Se ve un anciano abatido, con una espada en la mano. Un joven de rodillas y otro inclinado sobre el anciano. Se trata del sacrificio de Isaac. Cuando Abraham iba a sacrificar a Isaac, su único hijo, Dios bendice su obediencia, manda un ángel que impide el sacrificio, y a Abraham lo convierte en el prolifíco padre del pueblo judío.