Pintura en la que observamos, al centro, un ángel volando, de alas verdes y manto rojo, que viene junto con otro hombre, Cristo, vestido con túnica azul y manto rosa, barbado y en sus manos pueden verse las heridas de los clavos. Ambos aparecen entre nubes obscuras que se separan a su paso. Abajo, al centro, un caballo blanco relincha y en el suelo está tirado un soldado, cuyo casco se ha caído también y él viste de azul con un manto rojo. A sus pies otros dos tratan de levantarse, mientras al fondo, otro trata de controlar un caballo blanco. Al frente y a la izquierda del cuadro, de pie, sobre una roca, se encuentra San Pablo Apóstol vestido con túnica verde y manto rojo, de cabello y barba negra y llevando una espada en su mano izquierda. Al otro lado del caballo blanco que relincha, tres soldados vestidos de azul y rojo, junto con otros dos hombres, amarran a una cruz a un viejo, de barba blanca y pelo canoso, que sólo lleva un cendal blanco. La cruz está levantada de la parte inferior mientras la superior aún se apoya en el suelo. En primer plano otra vez, pero del lado derecho del cuadro, de pie, sobre una roca, está San Pedro, vistiendo túnica azul y manto amarillo, llevando en su mano derecha unas llaves. Se le ve calvo, canoso y con la barba blanca. Al fondo se ven más soldados con casco y plumas rojas y con capas del mismo color.
