Un sacerdote se encuentra en el momento de la consagración y eleva la hostia ante un altar con la imagen de la Purísima Concepción, la cual queda debajo de una fuente que recoge la Preciosa Sangre de un Cristo en la cruz que cierra la composición por la parte alta. La mesa del altar luce un florido frontal.
La Inmaculada ofrece su pecho donde se ve la imagen del niño Dios. A los lados la representación de los seis restantes sacramentos completan la escena, en barrocos medallones: Bautismo, Confirmación, Confesión, Matrimonio etc.