Antonio de la Peña y Navarro fue el primer obispo de la diócesis de Zamora. Nació en esa misma ciudad el 28 de mayo de 1799. Realizó sus estudios primarios en la escuela de los franciscanos donde tuvo como compañeros a Mons. Pelagio Antonio de Labastida y José María Cabadas. Hacia 1819 ingresó al Seminario de Morelia. Se ordenó sacerdote en Puebla, fue maestro en el Seminario de Morelia, párroco de San Francisco Angamacutiro y Diputado a la Junta Departamental de Michoacán. En 1840 fue párroco de Jacona y luego de Dolores Hidalgo, pasando después a la Catedral de Morelia de donde fue Vicario Capitular y Gobernador de la Mitra en 1848 y Obispo de Zamora de 1864 a 1877. El primer obispo de la diócesis está vestido con un sencillo roquete sobre el que lleva una capa pluvial de dos tonos de morado, mismo color del solideo. También lleva sobre el pecho una sencilla cruz de malta. El retrato -sin valores artísticos- tiene relación con las características personales del obispo: humilde y modesto hasta la exageración.
Observaciones del bien mueble
Sobre el marco de la pintura se encuentra adosado un cartel con la siguiente inscripción: 1864-1877 (1er Obispo de Zamora)
