Este templo que data del siglo XVIII tiene una planta de cruz latina y una fachada del siglo XIX sin definición en su estilo. La portada esta compuesta por dos cuerpos, el primero enmarca la puerta entre dos pilastras, el segundo solo cuenta con el vano de la ventana del coro. El remate es de perfil mixtilineo.
La torre campanario es de dos cuerpos, el segundo alberga los cuatro vanos para las campanas.
En uno de los muros por el exterior se encuentran varios relieves que simbolizan las llagas de Cristo y los clavos usados en la crucifixión. Estos relieves posiblemente fueron parte de la portada original, que al ser modificada fueron reutilizados como elemento decorativo, colocandose en posición invertida, seguramente el obrero que lo hizo, desconocia su simbolismo.
Observaciones del bien mueble
En los muros hay lápidas con inscripciones y fechas que señalan la construcción y sucesivas modificaciones que se han hecho al templo.