La fachada del templo es sobria y ha perdido el aplanado que le protegía; el acceso sólo lleva molduradas las impostas del arco de medio punto y la parte superior del arrabá. Por encima de éste hay un nicho que alberga la escultura de San Miguel, patrono del templo; más arriba una ventana con forma de arco de medio punto. El pequeño remate polilobulado está pintado en color blanco con detalles en rojo; tiene un nicho con la figura de San Jacinto. La torre campanario es de dos cuerpos y se encuentra ubicada del lado izquierdo, está pintada en rojo con detalles e inscripciones en blanco.