El templo de San Juan Bautista es una sencilla capilla de una sola nave, con techo y testero planos. El interior ha sido muy modificado, pero el exterior conserva la portada de cantera, formada por un arco de ingreso de medio punto, que forma un alfiz en cuyos ángulos se colocaron veneras al igual que en las esquinas. El conjunto de la portada se remata con una cornisa que se eleva para alojar a un cordero con una cruz, como símbolos del santo patrono.