Cerca de la estación del ferrocarril se comenzó a construir en el año de 1897, el templo que se conoce como Guadalupito, mandado edificar por don Arcediano Félix Palomino, y dirigido por Anastasio Díaz, originario de Aguascalientes. Hasta la fecha, el templo no se ha concluido, y al parecer la última remodelación que tuvo, fue alrededor de 1945, bajo la dirección del padre José Campos, encargado del templo. La fachada principal está orientada hacia un atrio rodeado por una barda de triple ingreso. El exterior se resolvió en estilo neogótico, aunque falta terminar el segundo cuerpo de la torre y el remate de la fachada. El interior es de una sola nave, con dos capillas y crucero. El interior también se resolvió siguiendo un expediente neogótico. Con una tenacidad que no tiene muchos paralelos, la iglesia se fue haciendo de una colección de pinturas coloniales de distinta importancia. Hay series marianas de pintores importantes, como Cristóbal de Villalpando y otras anónimas pero muy interesantes.