Se Trata Del Ladrón Que No Reconoció A Jesús Como Hijo De Dios, Por Lo Que Lo Colocan Al Lado Izquierdo Del Altar. Está Realizado Como El Resto De Las Imágenes Con Madera De Colorín Y Masilla De Pasta De Caña; El Rostro Es Muy Realista, Con Los Labios Abiertos Mostrando Los Dientes, Y Barba Separada Al Centro A La Usanza Judía, El Cabello Ondulado Es Integral A La Talla Y Se Pega A La Nuca Por Atrás De Las Orejas. Abre Los Ojos Desorbitados De Cristal Demostrando Miedo Ante La Muerte Que Lo Amenaza.
El Torso Es Delgado Y Desproporcionado Respecto A La Cabeza. El Brazo Derecho Se Dobla Hacia Abajo Mostrando La Palma Abierta, Lo Sujetaban A La Cruz Con Un Cinto De Lana Con El Que Las Indígenas Se Detienen Las Enaguas.
El Brazo Izquierdo Extendido Se Clava A La Cruz Con Un Clavo De Forja En La Palma. Está Fracturado A La Altura Del Hombro.
La Pierna Izquierda Extendida Está Fija A La Cruz, Mientras La Derecha Flexionada Está Suelta Sin Huellas De Clavos. En Las Espinillas Muestra Llagas Iguales A Las De Los Antebrazos.
Su Presencia En Un Templo Católico Habla De Un Realismo Teológico Que Rebasa La Mojigatería Del Siglo Xix De Incluir Representaciones Paganas En Un Templo Católico.
Observaciones del bien mueble
Ocupa el lado derecho del altar del Señor de las tres caídas.
