Pintura ovalada en la que se representa a la Santísima Virgen en su advocación de Inmaculada Concepción. Se encuentra parada sobre un gajo de luna invertido, mismo que envuelve a tres querubines. La Virgen lleva vestido blanco y manto azul. Tras de ella, a la altura de sus rodillas, se asoma el sol. Hay varias nubes. De una de ellas se aprecian dos caritas de unos querubines.
M. TRENS.
María. Iconografía de la Virgen en el Arte Español, 1946.