La escultura representa a la Virgen María en su advocación de la Inmaculada Concepción. Lleva vestido blanco y manto azul decorado con hoja de oro. A sus pies se encuentra una rosa roja. Tiene las manos juntas en actitud de rezar y porta un rosario. Tiene la mirada hacia abajo. San Juan Evangelista describe que: La mujer va envuelta en sol, con la luna a sus pies y una corona de doce estrellas sobre la cabeza, está encinta... y un dragón de siete cabezas amenaza con devorar al niño que esta por nacer" (Juan: 12, 1-4). La descripción es tomada por la iglesia como la iconografía de la Inmaculada Concepción, al parecer en España en el siglo XVI.