Escultura de vestir. La Virgen María en su advocación de Inmaculada Concepción, que enfatiza su concepción libre del pecado original; esta escultura tiene casi todos los atributos propios de esta imagen, aparece de pie sobre el mundo, pisa una serpiente que representa al demonio y que lleva en la boca el fruto con que tentó a Adan y Eva.
Sobre el mundo sobresalen dos querubines y un angelito de cuerpo entero sentado sobre una nube a los pies de la Virgen. Le falta la aureola de doce estrellas, porta una corona dorada.