En esta escena que termina en medio punto, Jesús aparece al centro de la composición, atado de manos por la espalda, vestido con túnica y rodeado por cinco personajes; uno de ellos, colocado frente a Jesús, porta una trompeta y acaso representa al procurador Pilato.
La pintura hace juego con el lienzo consignado en la cédula 145; ambas formaron parte de un mismo retablo a juzgar por el tema, medidas y porque ambas presentan, a manera de marco, un tablero tallado y dorado con decoración barroca.