Es la imagen de Jesús Nazareno, Ecce Homo, o Cristo Rey de burlas. Es una escultura articulada que, por la posición de las manos, denota que debe llevarlas atadas, tiene una corona de espinas naturales, pintadas de rojo para aumentar el dramatismo. Presenta amoratamiento en los ojos, nariz y boca. Es un Cristo sangrante siguiendo la tradición de los Cristos barrocos mexicanos del siglo XVIII.