Escultura de bulto que representa un personaje arrodillado, pegado a la base que estira su espalda y levanta el brazo para sostener algo sobre sí. Se trata de una imagen de un Cristo Nazareno que apoya su brazo derecho en el piso para lograr el equilibrio con la pierna que extiende flexionada. La imagen tiene una buena resolución anatómica el movimiento está bien logrado. La cabeza se inclina hacia arriba y eso permite a la espalda verse aún más forzada. La imagen ha sido policromada en algunos sectores para dar mayor dramatismo a la figura. La pieza esta preparada para que se le coloque cabello postizo, ha perdido algunos dedos de la mano.
Ojos de madera y orificios para colocar dientes.
En España la figura exenta del Nazareno ya está definida en el siglo XVI y a ello contribuyó la tradición tardomedieval y las nuevas corrientes llegadas de Italia, donde ya se había concretado. Adquiere notas muy propias en las imágenes procesionales vestidas, de las que proceden las americanas, pero se debe tener en cuenta que en México se produjeron numerosas variaciones. Cuatro son las actitudes que determinaron las variaciones en la tipología Cristo de pie, caminando; con una rodilla en la tierra, generalmente apoyándose en una roca; caído en la tierra; caído de bruces. La cruz se apoya sobre el hombro izquierdo y puede ser de madera lisa con cantoneras de plata o revestida de ese mismo metal o chapeada en carey, entre otras variantes. El vestido suele ser una larga túnica morada o rojo oscuro colores que expresan la sangre. A ello se agregaron elementos como sogas, coronas de espinas realizadas en plata, resplandores.
Observaciones del bien mueble
Véase:
Schenone, Héctor; Iconografía del arte colonial", Buenos Aires, Tarea, 1998.
