Escultura de un hombre de pie, de la cual solo se aprecian las manos y la cara. En la cabeza lleva puesta una cabellera natural, larga, lacia y oscura y descuidada. Sus brazos, colocados flanqueando el torso; lleva las manos abiertas, mostrando las palmas y con los dedos un poco separados unos de otros. Su rostro lleva bigote y barba castaña, la mirada hacia el frente. (se le ha despintado una ceja), y aún se conservan restos de pintura roja que indicaba que en la frente había escurrimientos de sangre. Lo más seguro es que esta imagen la veneren como Ecce-Homo, alusiva al pasaje del Evangelio en el que Pilatos muestra a Jesús a los judíos (Jn 19, 4 y 5)
Observaciones del bien mueble
En varias zonas está perdida la policromía. Los ropajes no son los originales.