Escultura que representa a Jesucristo en el pasaje de su pasión conocida como Ecce-Homo, es decir en el momento en que Pilatos lo muestra al pueblo judío (Jn 19, 4-5). Esta imagen está de pie, algo encorbada, el semblante triste y adolorido, lleva barba rizada oscura. Cabellera -peluca- con caireles, también oscura y sostenida por una corona de espinas, su cara presenta gotas de sangre. Recientemente se le ha colocado una túnica color vino, con adornos de galón dorado y ceñida a la cintura por cordel naranja-dorado con puntas plateadas.