Entre los doctores del templo de Jerusalen, Jesús enseña con autoridad. Esta representación es una interpretación del pasaje evangelico que narra cuando Jesús, aun niño, se separó de sus padres quedandose en el templo donde posteriormente lo encontraron entre los sabios, conversando.
Esta pintura realza la figura de Cristo como maestro y evita señalar que el Niño estaba perdido, ya que ni siquiera figuran San José y la Virgen.