Oleo que representa la escena en que los pastores se acercan a adorar al Niño Jesús. En la parte superior, varios ángeles descienden del cielo con flores.
Esta pintura forma parte de una serie de tres, realizadas en el arco del presbiterio, y separadas entre sí por un ángel como los que se encuentran en los intercolumnios en todo el templo, pero en este caso también están pintados.