Escultura que representa a la Santísima Virgen María recostada sobre un lecho. Según la tradición, cuando llegó el momento de su muerte, ella quedó dormida, es por ello que a esta escena se le conoce como la "Dormición o Tránsito de la Virgen". La Virgen lleva túnica blanca, manto azul y calza sandalias, todo de factura reciente. Está con los ojos cerrados y las manos juntas, en actitud semejante a la empleada para señalar que los personajes están rezando.
D. E. ALVAREZ GAZCA.
"Culto Mariano" en Material Didáctico del Curso de Iconografía. "El Simbolismo de la Arquitectura Religiosa", 1989.