La entrada de Cristo a Jerusalén

Descripción del bien mueble

A horcajadas sobre un asno de color blanco grisáceo, va montado Cristo. Se trata de una imagen vestida de las que solo se distinguen cara, manos y pies. El rostro es pequeño y alargado, con ojos pequeños, barba y bigote negros. Lleva una peluca abundante que enmarca el rostro y desciende hasta la túnica púrpura con algunos detalles dorados, propia de la Semana Santa. Sostiene con la mano derecha una palma natural, que eleva a la altura de la cabeza, mientras la izquierda va aferrada a la montura. Está colocado sobre una base de madera con andas, para ser llevado en procesión durante el Domingo de Ramos.
La escena describe el momento en que Cristo entra a la ciudad de Jerusalén procedente de Betania. Según las narraciones de los cuatro evangelistas y del Evangelio de Nicodemo, los habitantes de la ciudad salieron al encuentro de Jesús y lo recibieron como a rey, saludándolo con palmas y alfombrando su camino con mantos, al tiempo de entonar el Hosanna. El pasaje es conmemorado en la fiesta de Domingo de Ramo, que se celebra el domingo antes de iniciar la Semana Santa. El tema en escultura constituye una simplificación de su representación pictórica, eliminando a los apóstoles y a la multitud que le alababa.
Bibliografía: Réau, Louis, Iconografía del Arte Cristiano, Vol. 2., pp. 412-216.
Schenone, Héctor, Iconografía del Arte Colonial: Jesucristo, pp. 165-166.