La entrada de Cristo a Jerusalén

Descripción del bien mueble

Jesús monta a horcajadas un borrico de color café grisáceo. Sus pies casi alcanzan el nivel del suelo debido a la escasa altura de su montura. Va vestido con túnica blanca y manto púrpura, acorde al inicio de la Pasión. Mantiene la cabeza erguida, coronada con aureola de plata y mirando al frente. Lleva en la mano derecha una palma, que eleva a la altura de la cabeza mientras que con la izquierda se aferra a las riendas del asno.
Corresponde al momento narrado por los cuatro evangelistas y por el Evangelio apócrifo de Nicodemo, en que Cristo desciende desde Betania a la ciudad de Jerusalén. Al entrar a la ciudad, sus habitantes lo reciben como a rey, alfombran su camino con palmas y mantos y le saludan con ramos, entonando Hosanna. Con esto se cumplía la profecía de Zacarías: "He aquí que viene tu Rey, Justo y victorioso, humilde y montado en un asno."
El pasaje es conmemorado con la fiesta de Domingo de Ramos, prólogo de la Pasión. El tema en escultura constituye una simplificación del tema en pintura, eliminando los apóstoles y la multitud que le alababa. Con frecuencia estas esculturas eran de carácter procesional y encabezaban la procesión de Domingo de Ramos.
Bibliografía: Réau, Louis, Iconografía del Arte Cristiano, Barcelona, Ediciones del Serbal, 1999, Vol. 2., pp. 412-216.