San José lleva las riendas del humilde burro que transporta a la Virgen María y a Jesús. La familia está huyendo para salvar al Niño de la matanza desatada por Herodes. El paisaje que los rodea es tan artificial como el burro que los lleva. Los tres personajes están planteados en una ingenua frontalidad, a pesar de un cierto movimiento que intentan especialmente con las cabezas. El niño está colocado en un plano rebatido. Los tipos de María y José son de raigambre novohispana. Ya siguen los lineamientos establecidos convencionalmente para su representación. El es joven y barbado, vestido de amarillo y verde. Ella también es joven, vestida de rojo y azul, con el color de la piel extrañamente blanco.