Aparece la Virgen de pie, cargando al niño Jesús, con su mano derecha sostiene el brazo de un joven semidesnudo cubierto unicamente por un manto. A su lado izquierdo un ángel hincado le ofrece una canasta llena de corazones con flamas. El niño Jesús toma uno de ellos. Arriba, dos ángeles niños portan una corona sobre la cabeza de la Virgen. Tres querubines están a sus pies y en la parte baja del cuadro hay una inscripción.