Cristo aparece en el primer plano de la composición, en el lateral derecho. Al costado, los tres discípulos que lo acompañaron y que prometieron estar con él, duermen con gran tranquilidad, rodeados de flores. Sobre ellos aparece el ángel, que en este caso se ha representado como San Miguel, con las características ropas que lo identifican. Con una mano sostiene el cáliz y con la otra lo señala. La pintura muestra serias incorrecciones en el dibujo y una gran ingenuidad en la composición, donde los personajes se distribuyen con poca armonía en el espacio.