El sacerdote del templo recibe a María. La niña ya subió los escalones que están cubiertos de flores: las virtudes y la alegría por el gozo de la santidad. María se inclina frente al sacerdote, mientras los padres miran la escena desde un ángulo. Esto es interesante porque allí es donde el cuadro perdió todas las proporciones. La figurita vestida de azul y blanco resulta diminuta frente a los testigos laterales. Un inexplicable trapo rojo a modo de cortina resuelve la parte superior del cuadro, que es uno de los más débiles de la serie.
Observaciones del bien mueble
Algunos de los cuadros de la serie están firmados por José de Alcibar y por la relación estilística existente, se extiende la atribución. 0954