La pintura se encuentra en la calle derecha del segundo cuerpo del Retablo de San Antonio de Padua (Cédula No 8). La escena representa el milagro realizado por San Antonio al resucitar a un monje muerto. El santo aparece de pie -vistiendo el hábito de su orden- con la mano derecha levantada en actitud de ordenar al muerto que resucite. El monje muerto se incorpora y mira a san Antonio; se encontraba sepultado bajo las lozas en el interior de una habitación y se alcanza a ver que está rodeado de huesos. Un personaje -al parecer religioso, por su vestimenta- anota en un papel lo que sucede y mira al monje. Al centro de la composición, pero en segundo plano, se ve parte de una columna sobre un pedestal marcando el final de la habitación; al fondo; en lo que sería el exterior, se ve a un hombre tocando una trompeta y jalando una mula que carga a lo que parece ser un rico árabe; tras ellos viene otro hombre cargando una sombrilla para tapar al árabe. Este, al mismo tiempo, habla con un religioso vestido de negro. En el ángulo superior izquierdo se aprecia una estructura de madera con una escalera.