Pintura que representa a la Santísima Trinidad, representada por Dios Padre, al centro, como un hombre viejo, calvo, con larga barba, algo canosa, vistiendo una túnica blanca y un manto blanco, por fuera, y rojo por el revés: al parecer sentado. En su pecho está una paloma blanca, con las alas extendidas, Dios Espíritu Santo. Dios Padre tiene los brazos abiertos como en actitud de recibir a Dios Hijo, que está representado por Cristo, muerto, recargado en sus piernas, exánime, desnudo y sangrante. A ambos lados del Padre, entre nubes, aparecen 5 querubines. repartidos, 3 al lado izquierdo y 2 al lado derecho.