Este es sin duda el tema más importante de la iconografía teresiana y por eso se escogió para coronar el retablo principal. Los personajes que integran el tema son dos: el angel y la santa. En este caso es un angel niño que porta una lanza, que levanta con una mano apuntando al pecho de la santa, mientras ésta abre los brazos en actitud de entrega y aceptación. La monja está en éxtasis y cae desmayada hacia atrás, donde se colocó un gran resplandor. Santa Teresa de Avila está arrodillada sobre un banco de nubes plateadas y con una de sus manos sostiene un rosario.
Observaciones del bien mueble
Cabeza y manos de madera, cuerpo de tela y ojos de vidrio.