La figura representa a Santo Domingo y a Santa Catalina de Siena de rodillas ante la Virgen, que aparece sobre una nube; ella está sentada sosteniendo al niño en sus brazos. En la parte inferior y al centro se ve la figura de un perro con una vela en la boca y un crucifijo en el suelo.
Tanto Santo Domingo como Santa Catalina visten el hábito de su orden: túnica blanca y manto negro. La Virgen lleva túnica rosa y manto verde, además lleva una corona sobre su cabeza, el niño está desnudo y sólo un lienzo blanco sobre parte de sus muslos. A los lados de la Virgen dos pequeños ángeles vuelan llevando flores en sus manos.
