La Virgen está sentada, sosteniendo con su brazo izquierdo al niño Jesús en su regazo. Ambos sostienen cinturones cafés en sus manos, en referencia, quizá, a la cinta que María entregara a san Agustín, y que se convirtió en parte de la indumentaria de la orden por él fundada.
María está vestida de negro con olanes dorados y se encuentra en lo que simula un escenario, en donde los querubines abren las cortinas rojas, para dejarla ver. Advocación no identificada.
Dos halos de luz iluminan a ambos.
Observaciones del bien mueble
Se encuentra ubicada en el muro oriente de la sacristía.