Oleo con la representación de los desposorios de Jose y María, a la manera tradicional, presididos por el sacerdote judío; contemplan la escena muchos personajes entre ángeles. Sobre la escena, se ve la paloma de el Espíritu Santo en un haz de luz, rodeada por pequeñas cabezas de ángeles.
Está colocado en un muro junto a una ventana. No tiene marco.