La construcción de este espacio se inició en una fecha cercana a 1731 para servir de camarín a la imagen de la Virgen de Guanajuato, en ese tiempo colocada en el retablo del crucero del evangelio. Cuando se trasladó al Altar Mayor, este espacio se empezó a usar como bautisterio. El benefactor de esta fábrica fue el primer Marqués de San Clemente y su esposa. Esta magnífica ventana mixtilínea ornamenta el antiguo camarín hacia la calle Ponciano Aguilar.