Representación de la Virgen María, madre de Dios en su advocación de la Virgen de los Dolores, a un lado de la cruz en la que su hijo Jesucristo padece su dolorosa agonia. La Virgen de pie, con larga túnica y velo que le cubre la cabeza con resplandor, tiene las manos entrelazadas plegadas sobre el pecho y la mirada dirigida a Jesús con expresión de profundo dolor. La escultura que representa a Cristo crucificado ha perdido la calma y adopta una postura que pone de manifiesto, el dolor de su martirio. Tiene la boca abierta y el rostro hacia el cielo en actitud de hablar a Dios.
Observaciones del bien mueble
Se localiza en la parte central del remate del retablo de la Virgen con el niño Jesús. Presenta abrasión en la capa pictórica.