Mi jesus que es el hermoso
Y en millares escojido
Clavado muere y herido
En un suplicio afrentoso;
Luego un lugar tenebroso
Me lo oculta en marmol frío:
Este si es dolor impío.
Que aun niega el llanto a mis ojos
Porque solo vean despojos
De un inculpable hijo mio.
Bibliografía:
"Tresguerras un Arquitecto de su tiempo"
Víctor M. Villegas.