Mesa de altar en cedro de inspiración gotizante, con dos pares de columnillas salomónicas correspondientes a los extremos y exentas con respecto al paño, que entre éstas se ornamenta con cinco lancetas ojivales. La cornisa que desplanta de la base, es un gran caveto que permite a la tapa extenderse unos diez centímetros más en cada dirección. El mueble era adosado, lo cual se puede discernir por la falta de ornamento en la parte posterior. Al centro de la tapa hay un hueco en la madera, indicando que había algo insertado.