Una de las características más importantes de la actividad de San Antonio de Padua, fue la habilidad que tenía para la predicación. De tal manera que según sus biógrafos, encantaba a todos con su juventud llena de sabiduría. En esta escena el santo se ve al costado de un río, rodeado de tres personas que lo escuchan de rodillas y se miran entre sí con gesto de admiración por lo que están viendo. El santo tiene los brazos levantados en actitud de señalar al cielo y del río que corre por el lateral izquierdo del cuadro, salen unos peces. Hay una gran carga de idealización en todo el cuadro, no solamente en el tratamiento de la figura humana, sino también en el paisaje y los animales. En este sentido, es muy curioso el tratamiento del pato, que resulta modernamente esquemático.
Observaciones del bien mueble
Inscripción en margen inferior derecho. "Salieron los pezes de un rio, a oir predicar a San Antonio". 0961.