El estado de conservación es malo porque se observa que el papel se encuentra sucio de polvo adherido, roto, despegado, abrasionado y manchado por la acidez de la celulosa o por la descomposición del apresto que contiene el papel, también está apolillado.
El libro está descosido, roto en el lomo y las tapas. El dorado de las letras del lomo se ha perdido. El cuero está apolillado y desgastado en las esquinas.