Imagen principal
Clave del bien mueble
MX-SC-DGSMPC-BM-002836-000004-000
Número de Cédula
4
Tipo de objeto (texto)
Escultura
Tipo de objeto
Nombre o título del objeto
Mujer Frente a Santiago apostol
Autor
Anónimo
Época
S. XVIII
Siglo de creación
Descripción del bien mueble
Figura femenina de cabello largo y negro. Porta un vestido y manto amarillo. Está arrodillada con la pierna derecha flexionada para adelante y la rodilla izquierda en el suelo, ambos brazos están fracturados y le faltan los dos ojos. La escultura descansa sobre un pilar de color rosa.
El nombre Santiago, proviene de dos palabras Sant Iacob. Porque su nombre en hebreo era Jacob. Los españoles en sus batallas gritaban: "Sant Iacob, ayúdenos". Y de tanto repetir estas dos palabras, las unieron formando una sola: Santiago. Fue testigo de la curación de la suegra de Pedro (Mc 1,29-31), de la resurrección de la hija de Jairo (Mc 5,37-43), de la transfiguración de Cristo (Mc 9,2-8) y de la agonía de Getsemaní (Mt 26,37). La tradición, tal como ha surgido de unos documentos del siglo XIII que se conservan en la catedral de Zaragoza, se remonta a la época inmediatamente posterior a la Ascensión de Jesucristo, cuando los apóstoles, fortalecidos con el Espíritu Santo, predicaban el Evangelio. Se dice que, por entonces (40 AD), el Apóstol Santiago el Mayor, hermano de San Juan e hijo de Zebedeo, predicaba en España. Aquellas tierras no habían recibido el evangelio, por lo que se encontraban atadas al paganismo. Santiago obtuvo la bendición de la Santísima Virgen para su misión.
Los documentos dicen textualmente que Santiago, "pasando por Asturias, llegó con sus nuevos discípulos a través de Galicia y de Castilla, hasta Aragón, el territorio que se llamaba Celtiberia, donde está situada la ciudad de Zaragoza, en las riberas del Ebro. Allí predicó Santiago muchos días y, entre los muchos convertidos eligió como acompañantes a ocho hombres, con los cuales trataba de día del reino de Dios, y por la noche, recorría las riberas para tomar algún descanso".
En la noche del 2 de enero del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro cuando "oyó voces de ángeles que cantaban Ave, María, gratia plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol". La Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal, le pidió al Apóstol que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie y prometió que "permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio".
Desapareció la Virgen y quedó ahí el pilar. El Apóstol Santiago y los ocho testigos del prodigio comenzaron inmediatamente a edificar una iglesia.
Observaciones del bien mueble
El estado de conservación es malo porque la pieza presenta mugre y polvo adherido a la superficie de color, tiene rayaduras, pérdida de la capa pictórica y amarillamiento por exceso de grasa. La madera se encuentra debilitada por apolillamiento y fisuras. La base de preparación ha perdido adherencia con la consiguiente perdida del color y hoja de oro tanto en vestimentas como en encarnaciones, por acción de la humedad y el polvo acumulado. Tiene manchas de mugre y grasa. Le faltan ambos ojos que debieron ser de vidrio.
Materiales constitutivos
Madera, Oro, Cola, Pigmentos, Barniz
Técnica de manufactura
Tallado, Estofado, Policromado, Dorado, Pintada al Temple
Alto 1
0.2
Ancho 1
0.11
Profundidad 1
0.8