Sigue los lineamientos tradicionales de la iconografía del tema, por lo tanto se reconoce al Nazareno. Sin embargo en algún camino el arte religioso se perdió y se comenzaron a producir este tipo de imágenes que han perdido el sentido del decoro, que en una época fue tan importante. En busca de la piedad, de la conmoción del espectador, se llegó a la exageración de las manos moradas por la sangre, los ojos con ojeras azules y un gesto de humana desesperación, demasiado humana y demasiada desesperación para Cristo.