Muchas de estas figuras que representan a Cristo en sus momentos de mayor sufrimiento, pierden toda su dignidad por los añadidos que le hace la piedad popular. En este caso, como en la mayoría de este tipo de imágenes una inmensa peluca descuidada da a la escultura un aspecto caricaturesco. Las cualidades de la talla, que en este caso son interesantes, quedan perdidas entre la túnica y la peluca.