Escultura titular, con vestido blanco bordado, capa azul y velo. La leyenda cuenta que no tiene brazos, por lo que el niño está sostenido con una banda ancha, de la misma tela de su túnica. Está parada sobre una base de madera, la que a su vez está sobre una peana de plata, con un labrado al centro y al frente. Esto a su vez, colocado sobre un gran cubo de madera. No se sabe con precisión si la imagen es de la etapa en que se concluyó la iglesia, aunque lo más seguro, por sus características es que pertenezca al siglo XX.
La corona que poseía le fue robada en marzo de 1989, por lo que se muestra sin ella.