La pintura original de aproximadamente el siglo XIII, tiene una relación iconográfica y formal con esta del convento de los franciscanos. La Virgen María lleva al Niño Jesús, a quien el arcángel Gabriel le presenta cuatro clavos y una cruz. La imagen tiene una gran devoción, especialmente desde el siglo pasado, cuando se organizó una congregación muy devota a la Virgen.
Observaciones del bien mueble
En la pintura hay muchas inscripciones en carácteres cirílicos, formas de adaptación del griego antiguo al eslavo. Se reconocen sin embargo algunas de las letras y es evidente que se refieren a María y Cristo.