La portada del templo, en color blanco con detalles en rojo, tiene el vano de acceso flanqueado en cada uno de sus lados por columnas estípites compuestas pareadas. Entre cada una de las columnas, hay nichos que albergan tallas en piedra. El entablamento en la parte central es interrumpido por una ventana cuadrangular tetralobulada, misma que abarca parte del segundo cuerpo, formado también por columnas estípites compuestas pareadas, pero de menor tamaño en relación a las primeras, y que igualmente albergan un nicho con una escultura en piedra. En la parte central del segundo cuerpo, rebasando el entablamento y abarcando una sección del remate, hay un nicho con un marco cuadrado dentro de un arco de medio punto (ambos tienen decoración fitomorfa) alberga la imagen en piedra de la Virgen de Guadalupe. El remate, en uno de sus extremos tiene una luna -astro asociado a María- y en el lado opuesto un sol, representación de Dios. Tres nichos con esculturas en piedra, ocupan la parte central del remate.