La fachada de la iglesia conventual de Tepeapulco es un paramento totalmente liso sobre el que se erige una portada labrada con gran finura en una expresión plateresca con gran sabor tequitqui o indocristiano. Las jambas son románicas con rosetones góticos, el arco rebajado y el alfiz guarda en su enmarcado un alto relieve con la estigmatización de San Francisco.