Es un portaestandarte en forma de cilindro, base recta y en la parte superior hay un resalto delgado circular en cuyo centro está la perforación cilíndrica para fijar el asta de los estandartes. En las paredes del perímetro de la base hay labradas unas figuras antropomorfas, con sus piernas abiertas y sus brazos abiertos y levantados, en sus manos sujetan una especie de cordón que a un lado también sostiene otro personaje. El labrado está muy abrasionado y desgastado, por lo que no es muy legible.