Pintura apaisada en la que se observa a un sacerdote judio, a la Virgen María niña y a Santa Ana y San Joaquín.
Las figuras de los ancianos padres de la Virgen se ven grandes y desproporcionadas respecto al contexto y sobre todo a la diminuta figura de la niña, seguramente con la intención de destacar los diferentes planos en los que se desarrolla la escena.
Observaciones del bien mueble
Se localiza en la predela del retablo de la Virgen de los Remedios.