Esta puerta fue abierta en el siglo XVIII, pues anteriormente la entrada a la Sacristía se hacía por otra que quedó tapada por el retablo de San Francisco de Borja. Aparece policromada y estofada, adornada con recuadros de forma rectangular, dentro de los cuales se colocaron hojas de acanto unidas por pequeñas volutas. A pesar de que no hay retablo, la puerta fue ornamentada con un copete y pilastras casi iguales a las que aparecen en el nicho frontero que ocupa la escultura de San Juan Nepomuceno. El centro del conjunto lo ocupa un elaborado anagrama crístico.
Observaciones del bien mueble
Ubicación: Brazo izquierdo del crucero del Templo de San Francisco Javier