Este púlpito es uno de los más bellos y cuidados de la región, es representativo de la carpintería del siglo XIX con clara ascendencia barroca. Cuenta con todos sus elementos completos, la escalera sobre una rampa lisa combina al igual que el resto del mueble de madera en dos tonos. El barandal es metálico hecho en moldes prefabricados unidos y fijos entre el pasamanos y la rampa, rematan en el cuerpo del pulpito, de esquinas ochavadas y paneles insertos de madera más clara sobre la estructura de tono más obscuro en donde están algunas tallas en tono casi negro alusivas al Sagrado Corazón. El respaldo se refureza por finas tallas estilizadas de plantas, y en el se encuentra la tiara papal de San Pedro con las llaves y la estola. Sobre el respaldo desplanta una espléndida venera que funge como tornavoz y de cuyos estremos surgen motivos vegetales que penden hacia ambos lados.