Son tres piezas idénticas, y dos oblicuas en sentidos inversos que en conjunto protegen el desnivel del zócalo y la escalinata de acceso al inmueble, con el resto de la plaza. Debido a su colocación al alcance del tráfico humano, presentan algunas perdidas menores del recubrimiento, así como suciedad, principalmente de grasa, ceras y otras pigmentaciones.